Protagonizada por el nominado al Oscar Steve Coogan, esta conmovedora comedia dramática del director Peter Cattaneo sigue el despertar personal y político de un inglés después de adoptar un pingüino durante un período catastrófico en la historia argentina. “Yo solía ser joven e idealista”, dice Tom, un nuevo maestro en 1976 en un internado en Buenos Aires, Argentina, “pero pronto llegué a entender que la realidad es diferente”. Francamente, hedonista y nada sentimental, Tom no se conmueve ante ninguna historia o hecho de desgracia. Inventa excusas para sus defectos e inacción. Sin embargo, cuando pingüinos cubiertos de petróleo industrial aparecen en una playa y los fascistas toman el poder en un golpe de estado, Tom está listo para un profundo despertar a pesar de sí mismo. Steve Coogan (Tom) y Jonathan Pryce protagonizan esta historia real de ingenio, calidez, descubrimientos contraintuitivos, humor, drama y lindas travesuras de pingüinos. Hay una profundidad real en el diálogo, los personajes, el arco de la historia y la actuación. Las lecciones de pingüinos se filmó en España con un elenco argentino. Muchos de los actores vivieron la reciente dictadura en Argentina y aportan autenticidad a la historia. En la proyección de estreno mundial de la película en el Festival Internacional de Cine de Toronto, me conmovió profundamente comprender que una persona, o un pingüino, puede marcar una gran diferencia en el mundo frente a tanta maldad y tragedia. Levántense como leones del sueño En números invencibles Sacudan sus cadenas al suelo como el rocío Que en el sueño había caído sobre ustedes. Ustedes son muchos, ellos son pocos. – Shelley.